Inmortales del Monte Paektu

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EN la larga historia de cinco milenios del pueblo coreano han existido en cada era generales patrióticos que lucharon victoriosamente por la nación coreana. El supercentenario general Myongrimdappu de Koguryo venció a los invasores de la Dinastía Han.

El general Kang Kam Chan de Koryo venció a los invasores manchurianos en la Guerra de Koryo-Khitán. El almirante Ri Sun Sin derrotó a la flota naval japonesa durante la invasión nipona de la Guerra Patriótica del Imjin. Pero tras el fin de la Dinastía feudal de Joson el pueblo coreano sufrió la dominación colonial del imperialismo japonés, que cayó derrotado tras la Segunda Guerra Mundial, dando paso a la victoria del movimiento independentista encabezado por la guerrilla popular coreana al mando del General Kim Il Sung.

Con el fin del colonialismo nipón nace en Corea la Era del Juche: el pueblo coreano por fin conoció la libertad gracias al General Kim Il Sung quien fundó la República Popular Democrática de Corea, naciendo así el primer Estado democrático y socialista en la península coreana tras siglos de dinastías feudales e invasiones coloniales.

Pero los imperialistas yankis en su ambición por dominar el mundo no pudieron tolerar el nacimiento de un Estado Socialista en Corea y deicidieron invadirlo ocupando militarmente el Sur de Corea que sigue bajo régimen colonial yanki hasta el día de hoy.

Sin embargo el Ejército Popular de Corea logró expulsar a los invasores yankis en la Guerra de Liberación de la Patria, y una vez más el General Kim Il Sung demostró su valía al reconstruir totalmente la nación coreana que había quedado en ruinas tras las atrocidades y bombardeos perpetrados por los imperialistas.

Ni la ocupación colonial japonesa ni la invasión militar yanki pudieron impedir que en ambas ocasiones el general Kim Il Sung derrotara a los invasores, y en cada vez que los imperialistas invadieron al pueblo coreano provocando desgracias, el Ejército Popular de Corea al mando de Kim Il Sung logró vencer a los capitalistas y reconstruyó el país convirtiéndolo en el máximo ejemplo de Socialismo a nivel mundial.

La Era Juche se consagró como la era del Socialismo Coreano, caracterizado por la unión firme entre el pueblo y el ejército en unidad monolítica junto al Líder y al Partido: una unión sólida que ni siquiera la caída de la URSS pudo hacerla tambalear. La disolución de la URSS y la traición de los revisionistas que abandonaron el socialismo en los países de Europa del Este para restaurar el capitalismo significaron una pérdida muy grande para los comunistas del mundo, pero la RPDC no abandonó su convicción por la construcción de una Patria Socialista, y aunque los imperialistas provocaron la crisis de la Ardua Marcha endureciendo el bloqueo económico contra la RPDC, sin embargo el Dirigente Kim Jong Il se mantuvo firme junto al pueblo coreano defendiendo la patria socialista con la política Songun gracias a la cual el Socialismo permanece inamovible como una montaña triunfando contra las adversidades provocadas por el asfixiante régimen de sanciones impuestos por la camarilla imperialista de EE.UU., la ONU, y sus esbirros capitalistas.

Así como el Presidente Kim Il Sung fue el padre de la Revolución Coreana y el Dirigente Kim Jong Il fue el protector del socialismo coreano; en la actualidad el Mariscal Kim Jong Un es el defensor del Juche y del Songun, protegiendo el legado revolucionario de sus antecesores y avanzando en el desarrollo de la economía socialista que creció exponencialmente durante la última década, mientras en el resto del mundo la economía capitalista se derrumba empobreciendo a toda la población mundial.

Desde Argentina hemos observado el caso del tifón que devastó las provincias de Hamgyong del Norte y del Sur; hemos viso en los medios de noticias norcoreanos las fotos de las pérdidas materiales y nos apenamos por los coreanos que quedaron sin hogar, pero nos regocijamos cuando vimos que el Mariscal Kim Jong Un ordenó al Partido y al Ejército una inmediata reconstrucción total de las aldeas devastadas, y en tan solo 30 días ya se puede observar la arquitectura restaurada de las viviendas rurales de las zonas recuperadas.

Es una enorme alegría para nosotros comprobar con nuestros propios ojos que el Socialismo Coreano funciona y es el único sistema capaz de solucionar todos los problemas que pudieran presentarse en la nación coreana, incluso adversidades como éstas catástrofes naturales imprevistas.

Nos asombra que en solo un mes el Mariscal haya conseguido la reconstrucción total de la comuna de Kangbuk; en nuestro país Argentina al ser un país capitalista lamentablemente los sucesivos gobiernos burgueses títeres de los plutócratas capitalistas serviles al imperialismo suelen darle más importancia a sus negocios millonarios que solo enriquecen al sector privado, dejando al pueblo en malas condiciones de vida, por lo que muchas zonas de nuestro país que han sufrido inundaciones han sido devastadas quedando en ruinas durante meses o incluso años hasta que se cumplieran las obras correspondientes para restaurar las viviendas de los damnificados, por lo tanto en los países capitalistas como Argentina sería impensable que en apenas 30 días se reconstruyan en su totalidad las viviendas de un poblado devastado por inundaciones, pero el Socialismo Coreano lo hizo posible, lo que demuestra que el Socialismo es el mejor sistema para la vida del pueblo.

También destacamos los logros del Mariscal Kim Jong Un respecto a la pandemia de coronavirus que azota a los países capitalistas occidentales más que a ningún otro. El fracaso de los países capitalistas deja en evidencia que una nación soberana no puede depender de empresas multinacionales farmacéuticas del sector privado que especulan con vacunas tóxicas de mala calidad como viene demostrando la empresa capitalista AstraZeneca con sus experimentos fallidos que provocan mielitis transversa en los humanos que fueron usados como ratas de laboratorio por ésta empresa burguesa para probar la peligrosa vacuna del COVID-19.

Debemos aprender del ejemplo de la RPDC, que nunca olvidaron sus conocimientos ancestrales en Medicina Koryo y la estudian de manera científica desde el ámbito académico complementándola con la medicina ortodoxa, sustituyendo las importaciones de fármacos de manufactura foránea para reemplazarlos por medicamentos seguros de producción nacional acorde a las necesidades médicas reales del pueblo coreano.

Hemos visto el trabajo de investigadores como O Su San, experto en Medicina Koryo, y celebramos la política de la RPDC que ha logrado reemplazar el uso de medicamentos químicos importados que provocaban síntomas de complicaciones en los pacientes, y los sustituyeron por Medicina Koryo o por medicamentos de industria nacional fabricada por la propia RPDC. Creemos que ese es el mejor camino para asegurar la salud del pueblo: produciendo los medicamentos en la propia nación a base de productos naturales, a diferencia de lo que está ocurriendo en los países occidentales donde las empresas capitalistas en su "carrera por la vacuna del COVID-19" están apresurando demasiado el proceso provocando riesgos para la salud en los sujetos de prueba que ya presentaron reacciones adversas graves por las vacunas fabricadas por laboratorios capitalistas que solo quieren ganar dinero y no les importa la salud del pueblo, poniendo en riesgo a la población mundial.

Desde Argentina los camaradas de la Asociación de Amistad con Corea - KFA queremos felicitarlos por el pasado 9 de Septiembre en que se conmemoró otro aniversario de la Fundación de la República Popular Democrática de Corea, y queremos hacerles saber que desde nuestro lejano país estamos al corriente de la historia del pueblo coreano y su
lucha revolucionaria por la soberanía y la independencia, y por eso para nosotros es un gran ejemplo la vida y obra del Presidente Kim Il Sung, el Dirigente Kim Jong Il, y el Mariscal Kim Jong Un, a quienes las futuras generaciones siempre recordarán como los tres Inmortales del Monte Paektu que en la Era Juche han demostrado ser los más grandes generales de toda la historia de la Península de Corea.